9 de noviembre de 2011

Música medieval para jugar a rol.

No sé ustedes, pero como máster (ocasional) y jugadora (mucho más frecuentemente) soy de los que consideran que una buena banda sonora es un complemento magnífico para una partida de rol, sea en vivo o de mesa. O incluso simplemente como fondo para leer una novela. Me encanta una buena narración con una música apropiada de fondo, o coger las armas de softcombat y pegarme mientras suena algo épico detrás (aunque luego me apalicen porque ataco al ritmo de la música). Supongo que no soy el único en este aspecto, ya que la música (junto a los olores) es una de las mejores herramientas para encontrar inspiración o recrear un momento.

El asunto es lo difícil que resulta, a veces, encontrar música apropiada para esas partidas cuando hablamos del periodo medieval (ídem para medieval fantástico) del que solo llegó en condiciones la música religiosa y que tantas interpretaciones posibles tiene.

Para las partidas, las bandas sonoras de películas suelen ser una buena elección, pero por su diseño tienen a veces inconvenientes: o carecen del carácter y fuerza de otro tipo de música, o tienen tanta personalidad que te puedes encontrar con que sacas completamente de la ambientación a los jugadores, pasando de ser unos campesinos mugrientos de Aquelarre a unos Conan enfebrecidos cuando empieza a sonar el Anvil of Crom. Con el heavy pasa lo mismo, corres el riesgo de que tus melenudos cercanos abandonen el juego para comenzar a cantar el Emerald Sword… por no decir que el heavy es épico, pero no demasiado medieval.

Tienes también intérpretes como Loreena McKennit o Blackmore’s Night, que interpretan música “de la época” pero pueden resultar a veces demasiado… pastel. Ideal para corte, pero poco para el pueblo llano. La música celta también se suele asociar a lo medieval, pero hay que reconocer que no todo el mundo tiene esa tradición, y que hay que usarlo todo con moderación.

A lo que voy, sin más rodeos, es que existen bastantes grupos que podrían ser una alternativa magnífica a los clásicos de siempre para algunas situaciones, pero que suelen ser bastante desconocidos en su mayoría. Por ejemplo, hoy me apetecía hablar de Corvus Corax.


Corvus Corax en su discografía tienen canciones, como este clásico Saltarello, que son ideales para dos cosas: ambientar una taberna o festival en un pueblo medieval, y levantarte por las mañanas dando brincos con la música a todo volumen y los bajos a tope. También tienen en su haber el Cantus Buranus, una obra con un espectacular performance basado en los manuscritos del Carmina Burana, que combina a mi entender lo mejor de la ópera con la música secular medieval (sobre la que han realizado bastantes investigaciones para interpretarla de forma más o menos fidedigna). El Cantus Buranus es épico, y simplemente con escucharlo ya inspira batallas y combates espectaculares.

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Fuente: www.unbosquedeideas.net

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